Al
explorar las sensibilidades poéticas y el lenguaje compartidos por todos los
animales, con mi trabajo busco redescubrir esa tierra común que una vez existió
cuando las personas vivían en armonía con los animales. Las imágenes muestran
un mundo que no tiene ni principio ni fin, ni un aquí ni un allí, ni pasado ni
presente.
-Gregory Colbert, Creador de Ashes and Snow.
La proyección del trabajo creado por Gregory Colbert nos presenta un punto más cercano a la naturaleza, una relajación infinita y una admiración el poder contemplar su obra hecha a base de unión de animales salvajes con humanos en su ambiente natural. Las proyección de modo en cámara lenta, las imágenes tipo sepia y la música complementa una experiencia, que da un sentimiento más profundo a lo que se está observando, así como la voz del narrador que otorga un plus a lo observado con una maravillosa historia.
Eso de una breve descripción de lo ya visto, pues en cuanto al punto de vista del creador esté nos muestra la unión de los animales (que para él la naturaleza en sí es arte viviente) con el ser humano en un estado de interacción que los complementa. Ahí es cuando está en duda si realmente el mencionado trabajo es un objeto de arte o documental, pues incluso el hecho de también mezclarlo con la religión Budista se pone aún más en duda, claro está que para el arte la naturaleza y la religión ya no entran en su campo. En este caso, al punto de vista observado, se puede llegar a diferir que no es muy apegado a las características comunes del arte, ya que se presenta de forma muy romanizada la unión de especies distintas.
Sería una proyección estado de trance, una meditación, de una unión con la naturaleza y con los seres vivos que compartimos la tierra, tal cual lo dijo el mismo autor. Esto no quita su originalidad e impacto que provocó a muchos espectadores, puesto que demos crédito que su trabajo fue excepcional. Es por ello que así se podría interpretar, claro que algunos lo ven sumamente artístico o como una obra de arte, y tal vez quizá lo es, solo a los ojos de quien admira y conoce el amplio mundo del arte, podría detonar su criterio.
