martes, 23 de octubre de 2018

El paisaje.

El espacio es el elemento principal en el que podemos desenvolvernos como humanos, ya sea natural, urbano u onírico; es la delimitación que existe de un lugar a otro, así como la forma de ubicarnos en un plano que pertenece a un espacio y ese espacio formando a otro y otro, dotando de continuad a lo que pareciera algo infinito. En el espacio se ubica el paisaje, ese gran escenario que se nos presenta cuando tomamos cierta altura y ampliamos las perspectivas, mismo que se volvió una inquietud en los humanos para dominarlo e interpretarlo. Inicio en el mundo del arte bajo la necesidad de delimitar espacios, representando pueblos y reinos, batallas o anécdotas; demostrando la grandeza que se quería presentar y dejar como marca en la historia. 

       El paisaje se proyecta entonces en la pintura como dominio del humano, poseedor de tierras y escenario de las urbes. Comienza a expandirse con la perspectiva de Giotto que pasa hasta los renacentistas y se detiene en el barroco, presentando escenarios más reducidos como los teatrales; regresando a la nostalgia, se amplía el paisaje con el romanticismo y recobra su fuerza. Tiempo después, gracias a las conexiones con el arte oriental, los paisajes chinos y japoneses se vuelven inspiración para el impresionismo, corriente artística que se caracteriza por comprender el color y luz, suceso que también orillo a dicho movimiento a salir en busca del paisaje. En la misma época que el impresionismo y el nacimiento de las vanguardias artísticas, aparece la cámara fotográfica; herramienta que ha funcionado como registro y catalogo de importantes sucesos históricos, que han ampliado aun más la idea del paisaje en la historia de la humanidad.

       En México a pesar de que ya existía la cámara, José María Velasco presentó su idea de lo que era el paisaje, transportando al espectador a una idea romántica que se tenía en aquella época y que sigue funcionando hasta nuestros días como una representación importante de lo que era el país en el pasado. Regresando a la fotografía, esta se vuelve el actor principal y capturador de todo lo acontecido para el humano, su practicidad, lo lleva desde su invención al retrato, hasta el espacio exterior, dotando de una amplitud aún mayor que se tenía con la pintura. De tal forma que el paisaje se va incorporando en la cosmovisión humana cada vez más, dominando la idea de donde estamos ubicados y el beneficio que este nos da. El paisaje es entonces ese enorme espacio en el que habitamos, qué para comprenderlo es necesario estudiarlo ya sea desde una visión científica (que sería la más compleja) hasta una más visual y artística, como capturar su esencia con una imagen.  

jueves, 18 de octubre de 2018

Sobre Sontag y la fotografía.



En 1839 inició el camino de la fotografía, el universo de las imágenes revolucionó gracias a la cámara fotográfica, encargada de presentarnos infinitos catálogos de imágenes, con gran variedad de temáticas, anécdotas y trasfondos que solo dicha herramienta logra ejecutar. Esto dependiendo del ojo que observa, lo que el fotógrafo quiere presentarnos de acuerdo a su visión, estilo y entorno cultural presenciando.

En el mundo de la fotografía se ha especulado sobre ella desde su comienzo; su motivo de existencia, la funcionalidad, aportaciones y el uso que se le debe o no dar a esta. Para ello cientos de estudiosos, ensayistas y practicantes de la fotografía, han efectuado sus opiniones, sugerencias o críticas, para aquellas personas interesadas en la fotografía, ya sea desde carácter teórico o practico, inicial o ya experimentado.

Una de ellas fue Susan Rosenblatt mejor conocida como Susan Sontag (1933-2004); fue una celebre escritora y ensayista neoyorquina, egresada de la universidad de Chicago y con maestría en Harvard y Oxford. Sus aportaciones más memorables son los ensayos Contra la interpretación y Sobre la fotografía, éste último se ha vuelto una importante referencia para la fotografía, como un libro citado para casi todo interesado en el tema.

Sobre la fotografía es un ensayo que nos invita a pensar en las diferentes actitudes que se pueden tener en torno a la fotografía, su significado en la cultura y las diferentes perspectivas que se pueden emplear. Con títulos un tanto metafóricos en cada capítulo y muestras de minuciosas investigaciones, Sontag va guiando conforme ella interpreta la fotografía, el uso que ha adquirido la cámara y la funcionalidad que se le ha dado actualmente.

De acuerdo al ensayo Susan nos presenta una dualidad que desglosa según los temas que va tratando sobre la fotografía; su historia y contexto, realidad o ficción, belleza o fealdad, voyerismo o moral. De entrada, metafóricamente compara la cámara con un arma de fuego: el fijar la lente, apuntar y disparar. Capturar momentos, circunstancias y escenarios con la intención de reflejar la realidad y presentar diferentes perspectivas logradas por el fotógrafo.

La imagen tiene como objetivo o intensión, que el espectador al observarla encuentre en ella algo novedoso e impactante, pero, el observar imágenes o estar en búsqueda de ellas ¿nos convierte en voyeristas? La fotografía es una evidencia del acontecer humano, puesto que el comunicarnos simbólicamente y ser prácticamente seres visuales, es natural que las figuras que nos resultan poco familiares nos llamen más la atención.

 Por ello el presentar al público fotografías que rompan con la cotidianeidad usualmente nos inclinan a la idea de poder observar lo prohibido o inalcanzable gracias a la imagen. En el texto Susan hace división de las mencionadas ideas, se cuestiona la dualidad de entre lo bello y lo feo, haciendo comparativas del trabajo de Walt Whitman (reconocido por retratar celebridades) y otros fotógrafos de estéticas similares “bellas”, aunque con distintos temas.

 En contra peso, Sontag hace hincapié por el lado “feo” con la fotografía de la célebre Diane Arbus, reconocida por su trabajo inquietante y grotesco, tomando como eje el trabajo de Arbus para deslindarse con la idea “whitmaniana”. Apuntando al fotógrafo como un libre descubridor y emisor de distintos mensajes capturados, de modo que el artista es el encargado de romper con las mascaras sociales y presentar según su perspectiva lo que capta, convirtiendo a la fotografía en un instrumento de denuncia o revelación.

Sontag interpreta a la cámara como un juez con autoridad de trasportar materialidad a una imagen, apta de transformar circunstancias en un instante legendario, capaz de volverse testigo del contexto y ser una herramienta capturadora de realidades distintas. Sin embargo, la practicidad que tiene la fotografía también se llega a convertir en una idea ilusoria, debido al exceso de imágenes que nos rodean, orilla a la fotografía a ser un objeto banal y repetitivo.

A causa de ello es arriesgado catalogar a la fotografía como algo banal por ser un objeto repetitivo, sino es el hecho de perder su carácter de credibilidad al existir demasiada saturación de imágenes que, si no son malas, al menos son poco interesantes, tal cual lo expresa Sontag, fortaleciendo la incredulidad del espectador y volviendo más importante la imagen que el objeto en sí presentando en la fotografía.

Desde luego la fotografía nos invita a repensar lo que observamos, cada imagen es hija de su tiempo y cada imagen contiene un mensaje, ya sea catalogado como algo “bello” o “feo”, siendo el contexto el eje esencial para comprender el motivo de lo observado. Sontag nos provoca a analizar la fotografía desde otras perspectivas, con otra mentalidad; misma que ha sido un funcional para el resultado fotográfico que puede lograr perpetuarse como iniciador o especializado en la fotografía.

¿Qué diría Sontag si presenciara todo lo que observa hoy en día en las redes sociales y aplicaciones? ¿Cómo se expresaría y lograría analizar toda la información que a diario trasmitimos? Quizá la frase más acertada de Sontag sería: "la verdadera modernidad no es la austeridad sino una plenitud rociada de desperdicios¨. La realidad en la que ahora vivimos se vuelve cada vez más ilusoria, fácil y posiblemente arbitraria, es quizá el efecto liberador que tiene la fotografía, la simple pero profunda funcionalidad que posee ahora todos la podemos manipular.

Las aportaciones de Susan Sontag con su ensayo Sobre la fotografía, han sido funcionales hasta nuestros días según varios académicos. Y claro que lo es, debido a su carácter crítico, argumentativo, lleno de ejemplos y arte, excesivo y a la vez inconcluso, llegando a ser algo confuso, pero funcional dependiendo del lector. Convoca a repensar las ideas e investigación que expone, que, si bien algunos no llegan a estar de acuerdo con sus ideas, es elemental considerarlo para distintas opiniones y tareas ligadas al tema de la fotografía.

Aunque hoy en día encontrar una buena e interesante fotografía se ha vuelto una tarea complicada y especializada, es el tiempo el responsable de transformar a las imágenes en un objeto de importancia, es encontrar la historia detrás de cada fotografía, suceso que seguirá manifestándose mientras sigan existiendo las cámaras, los fotógrafos y la inquietud del ser humano de representar y presentar, aunque sea un pequeño fragmento de realidad; después de todo el mundo de las imágenes continua en el presente siglo XXI y aún queda mucho más que fotografiar. 





jueves, 11 de octubre de 2018

Negro, Negro, Negro!

En la contemporaneidad es regular observar en casi cualquier rincón del mundo, gran variedad de personas; mujeres y hombres, jóvenes y viejos, nacionalidades y razas. Pero no hay en el mundo una raza de seres humanos con tanta belleza, energía y personalidad como la negra. Misma que fue tanto abusada como sobajada por los occidentales en los siglos pasados, sometiéndolos a la esclavitud. Debido a ello la raza negra se ha expandido de manera considerable en todo el mundo manifestando su cultura y estilo de vida. 

    El tema de la cultura negra es delicado, pero también esta lleno de tradiciones; música, bailes, color e historias. Relatadas gracias al hábil lente de varios fotógrafos, que han capturado la esencia de personas negras que habitan en el continente americano, específicamente en latino américa. En Africamericanos, exposición presentada en el espacio Centro de la imagen, muestra el modo de vida de los afroamericanos que habitan desde Ecuador, hasta México, Haití, Argentina, Brasil y entre otros y cada uno de los rincones donde se encuentran asentados. Presentan en las fotografías las relaciones que han construido con su entorno y la trasmisión de su herencia cultural.

    La exposición presenta una gran selección de fotografías, archivos, documentos y evidencias que muestran la abundancia de la cultura negra en américa latina, aportaciones que van desde la misma comunidad afroamericana, así como investigadores y participantes en torno a la temática. La exposición pretende sensibilizar al publico y difundir los actos de discriminación, racismo y eliminación en los registros o censos de la población mencionada. Tal como el proyecto de Nicolás Janowski, uno de los autores que no pertenece a la comunidad afroamericana, pero que si presenta en su proyecto bastante documentación, sobre la polarización que se vive en Argentina hacía los negros. 

    Africamericanos resguarda una exquisita e importante muestra de la población más oprimida en la historia de la humanidad resguarda en América latina, y que hasta la fecha sigue siendo motivo de discriminación y de lucha en derechos civiles. La exposición conformada por una minuciosa investigación de más 400 imágenes y vídeos, se presenta en el Centro de la imagen del 16 de agosto hasta el 4 de noviembre del 2018,  investigada y curada por Claudi Carreras, misma que debería ser motivo de orgullo para la comunidad afroamericana y presenciada para todo público. 

ASHES & SNOW

Al explorar las sensibilidades poéticas y el lenguaje compartidos por todos los animales, con mi trabajo busco redescubrir esa tierra comú...